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Volumen
13 - Nº 75
Junio - Julio 2003 |
Hace unos cuatro años, en el observatorio de La Silla, en Chile, se decidió dejar de utilizar un telescopio. Gracias a las gestiones del director del Leoncito, de San Juan, y a la buena voluntad del responsable de ese instrumento, el astrónomo canadiense Robert Garrison, se lo trajo a la Argentina. Para hacerlo, el ingeniero Arnaldo Casagrande y otros dos técnicos lo desmontaron en Chile y lo volvieron a armar en San Juan. Comenzó a funcionar el 29 de enero último. Hay que agradecer a los artesanos de la ciencia, hombres y mujeres, que con pocos pesos pero mucho ingenio y, especialmente, ganas logran estos resultados.
ANGLICISMO
En la sección Guía del cielo nocturno del número 72, en la efeméride correspondiente al 22 de junio de 2003 se menciona a Charon, la única luna conocida de Plutón. Ese es el nombre en inglés: en castellano es Caronte. Hernán Tolosa San Miguel del Monte |
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ARTÍCULOS
INCOMPRENSIBLES
Vengo de las ciencias sociales y soy bastante curiosa acerca de todo, pero la mayor parte de los artículos de Ciencia Hoy sobre temas de las ciencias físicas, exactas y naturales son incomprensibles para mí. El publicado en el número 73 sobre el estuario del Plata me resultó interesante, lo entendí y ¡está tan bien escrito! Edith Alejandra Pantelides Centro de Estudios de Población |
![]() EN LA PATAGONIA El artículo de Fernando Ramírez Rozzi, La cueva de los yaguaretés, aparecido en el número 72, hace reflexionar sobre la evolución y los cambios de distribución geográfica de los felinos en América, en particular, en la Patagonia, desde una óptica novedosa: la del análisis del arte rupestre. Si bien los intentos de asignación taxonómica a los motivos del arte rupestre comenzaron hace más de un siglo, el problema no ha sido resuelto ya que desde el presente se intentan comparaciones basadas en cánones culturales distintos de los de los artistas del pasado. Por ello se trata de aproximaciones o analogías, pues los significados cambian de sociedad en sociedad, tanto en el espacio como en el tiempo. Existen para la Patagonia meridional registros arqueológicos de felinos extinguidos hace unos 10.000 años (a fines del pleistoceno). Los datos zoológicos sobre la distribución del yaguareté indican que en la actualidad la especie no habita la Patagonia, pero desde fines del siglo XVI los cronistas, y desde el XVIII los antropólogos y naturalistas, han informado numerosas veces que los vieron en esa región. El nombre Nahuel Huapi, de origen mapuche, alude a su presencia en la zona de ese lago y, según lo afirmado en 1907 por Roberto Lehman Nitsche, en el siglo XVIII se los habría encontrado en latitudes tan australes como el río Santa Cruz. Pero, los motivos de felinos de la cueva que analiza el artículo, ¿representan realmente jaguares? Ello no se puede afirmar a ciencia cierta, y el área donde está dicha cueva cae fuera de la distribución actual de eso felinos. Una hipótesis planteada por Ramírez Rozzi es que, por haber sido nómades los indios que poblaron la Patagonia austral en tiempos precolombinos, pudieron haber pintado allí animales con los que se cruzaron en otras regiones. La idea es ingeniosa pero no está fundada, ya que no se basa en información espacial y temporal sobre la movilidad de esos tempranos habitantes. El autor supone, además, que las pinturas podrían tener una antigüedad de 7000 y 8000 años porque datarían de cuando se produjo en la meseta de Santa Cruz una situación climática que pudo causar la expansión hacia latitudes altas del hábitat de dichos felinos. Sostiene que restos de esa edad fueron hallados en Chile, en cuevas de la zona de Magallanes, pero no detalla el sitio. Estudios arqueofaunísticos han producido registros de jaguares o especie afín de varios sitios de la Patagonia sur, pero esos hallazgos tienen mayor antigüedad que la indicada por el autor del artículo. Por ejemplo, de la llamada Cueva del milodón, cercana a Punta Arenas, proviene un cráneo que está en el museo de La Plata, de una subespecie de jaguar extinguida hace más de 10.000 años (Panthera onca mesembrina). En suma, parece discutible afirmar que los motivos pintados de felinos que describe el artículo sean estrictamente yaguaretés, así como lo es la edad que les asigna el autor. Ello no disminuye el interés de la nota para la divulgación del arte rupestre y las faunas de la Patagonia. Los antropólogos, por su parte, se preguntarán por el significado de la representación de un animal para la sociedad de hace varios milenios por comparación con el que le damos hoy. Laura
Miotti
Facultad de Ciencias Naturales y Museo Universidad Nacional de La Plata |
Estamos de acuerdo en que los cánones culturales se modifican de una sociedad a otra, lo que dificulta o imposibilita toda extrapolación. Sin embargo, podemos afirmar con certeza que los bisontes de la cueva de Lascaux o los leones de la cueva Chauvet resultaron de la intención de representar dichos animales. En el arte rupestre patagónico, las representaciones de guanacos son fácilmente reconocibles por la forma del animal, aun cuando el color no se corresponda con la realidad. Mi identificación de las representaciones zoomorfas de la cueva de los yaguaretés está fundada en la forma de esas representaciones, su color y su distribución. Por otro lado, como lo señala la lectora, la distribución de los yaguaretés en el pasado pudo haber incluido la Patagonia, a tal punto que, según Lehman Nitsche, en el siglo XVIII se los habría encontrado en el río Santa Cruz. La cueva mencionada en el artículo está al norte de dicho río. El momento en que fueron pintadas las figuras solo se podría conocer mediante su datación directa.
En el artículo La polarización de la radiación cósmica de fondo, publicado en el número anterior, se omitió una línea por error en la página 57, último párrafo. La línea faltante dice: ...direcciones perpendiculares entre sí (figura 2). Consideremos...
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