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Volumen 10 -
Nº 58 Agosto/Septiembre 2000
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Traducción de Miguel de Asúa
![]() Newton a los 46 años retratado por sir Godfrey Kneller en 1689. |
El primer trabajo de Newton sobre la luz que recoge sus experimentos
e ideas a partir de 1666, fue publicado en el número correspondiente al
19 de febrero de 1672 de las Philosophical Transactions of the Royal Society
(número 80, pp. 3075-87). Lo que sigue es su texto completo (se mantiene
la bastardilla del original; lo que va entre corchetes son agregados para
facilitar la lectura en castellano).
Una carta del Sr. Isaac Newton, profesor de matemáticas en la universidad de Cambridge, que contenía su Nueva Teoría sobre la Luz y los Colores, fue enviada por el autor al editor desde Cambridge el 6 de febrero de 1672 para ser comunicada a la Royal Society.
![]() Vista aérea de la ciudad en la actualidad. El río (que en el grabado corre horizontalmente) aquí va desde ángulo inferior derecho al superior izquierdo. Adviértase que, a excepción de la aparición de varios edificios nuevos, prácticamente no ha habido cambios en cuanto a la disposición de los colleges. |
Para cumplir la última promesa que le hice, le haré saber sin más trámite que durante el comienzo del año 1666 (cuando me dedicaba al pulido de vidrios ópticos no esféricos), me procuré un prisma de vidrio triangular, para probar con él los famosos fenómenos de los colores. Y habiendo para eso oscurecido mi cuarto y efectuado un pequeño orificio en el postigo de la ventana para dejar pasar una cantidad conveniente de luz de sol, coloqué mi prisma en la entrada [del orificio], de tal modo que [la luz] pudiera ser refractada hacia la pared opuesta. Al comienzo, era un entretenimiento muy placentero ver los vívidos e intensos colores producidos de tal modo; pero después de un rato de haberlos considerado más seriamente me sorprendí de ver que tenían una forma oblonga, la cual, según las conocidas leyes de la refracción, hubiera debido ser circular.
[Los colores refractados] estaban limitados en los costados por líneas rectas, pero en los extremos la disminución de la luz era tan gradual que era difícil determinar exactamente cuál era su figura, aunque parecía semicircular.
Comparando la longitud de este espectro de colores con su ancho, encontré que era cinco veces mayor; una desproporción tan extravangante que despertó en mí una extraordinaria curiosidad de examinar de dónde podría proceder. Apenas podía pensar que los variados espesores del vidrio, o que [el hecho de que este] estuviese envuelto en sombra u oscuridad, pudieran ejercer alguna influencia sobre la luz para producir tal efecto. Sin embargo, consideré que no estaría de más examinar todas estas circunstancias en primer lugar, y así probé lo que pasaría al transmitir luz a través de trozos de cristal de distintos espesores, o a través de orificios en la ventana de distintos tamaños, o colocando el prisma de tal manera que la luz pasase primero a través de él y fuera refractada [por él] antes de atravesar el orificio. Pero no encontré que ninguna de estas circunstancias fuera pertinente. El modo de los colores fue en todos los casos el mismo.
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