Entre esos caracteres que se observan en
Mononykus y las aves modernas, heredados del mismo anscentro, podemos citar un esternón
rectangular y aquillado; prominentes procesos (engrosamientos) inferiores o ventrales en
las vértebras cérvico-troncales; la fusión de los huesos de la mano, carpianos y
metacarpianos, en uno único llamado carpometacarpo, y ciertos rasgos de la pelvis y el
basicráneo. Hay otros caracteres que sustentan la naturaleza aviar de Mononkus y que son
comunes a todas las aves, desde Archaeopteryx a las aves moderna, y todos sus ancentros:
están concentrados en la región auditiva, el basicráneo, los dientes y la cola. La
naturaleza aviar de Mononykus está sustentada por evidencias anatómicas sólidas, tanto
relacionadas con el cráneo como con el esqueleto postcraneano. Indudablemente, lo más singular de Mononykus es la forma peculiar
del miembro anterior. En el brazo, el húmero tiene una cresta pectoral muy desarrollada y
un único cóndilo (eminencia redondeada que forma la articulación); en el antebrazo, el
codo está hipertrofiado de modo que la longitud del cúbito es aproximadamente el doble
de la del radio. Los huesos de la mano forman una estructura compacta que se articula con
un muy robusto pulgar; el cual remata en la mencionada garra bien desarrollada.
Si bien el nombre Mononykus hace referencia a un único
dedo en la mano, esto es correcto sólo desde un punto de vista funcional. Mononykus
poseía, en realidad, tres dedos, como la mayoría de las aves, aunque es probable que
funcionalmente fuera monodáctilo. Dado que su miembro anterior era proporcionalmente muy
corto, es indudable que era incapaz de volar. Sin embargo, el enorme desarrollo de la
crestas y procesos del brazo y antebrazo, junto con la robustez de la mano, indican que
ese miembro cumplía alguna función que ignoramos: su aspecto general recuerda al de los
mamíferos cavadores, como los topos, pero en estos también interviene en la locomoción.
Tales semejanzas del miembro anterior de Mononykus con el
de los mamíferos cavadores han llevado a algunos investigadores a suponer que era un ave
cavadora. Sin embargo, dicho miembro era extremadamente reducido en proporción al cuerpo:
resulta difícil concebir que hubiera sido funcionalmente eficiente a la hora de cavar una
cueva razonablemente grande. Por otro lado -y quizá más importante- la morfología de
sus miembros posteriores indica convincentemente que Mononykus era un ave activamente
corredora; pero difería de las restantes aves no voladoras, porque en estas el
acortamiento del miembro anterior está acompañado por una simplificación general de su
anatomía, cosa que no secedía en aquella.
Hace 80 millones de años, el Asia central tenía las
características de un medio semiárido, con fuertes vientos y dunas que posiblemente
alternaran con planicies rocosas surcadas ocasionalmente por cursos de agua, en algún
modo semejante al desierto de Gobi en la actualidad. Enterrados en los depósitos eólicos
y fluviales de las formacíones Djadokhta y Barun Goyot, han quedado los restos de una
variada fauna, incluyendo lagartos, tortugas, mamíferos y dinosaurios. Hacia el final del
cretácico, las condiciones del clima se tornaron más benignas, con un mayor aporte de
agua, como lo documentan los depósitos fluviales de la formación Nemegt. Curiosamente,
los cambios climáticos ocurridos al final del mesozoico en el Asia central no afectaron a
Mononykus. El gran número de ejemplares encontrado en los últimos años por las
expediciones del AMNH y la Academia de Ciencias de Mongolia en la formación Nemegt
sugieren que era, allí, una forma abundante en el cretácico superior (al punto de que,
si bien hasta hoy se ha establecido una única especie del género Mononykus, es posible
que con las muestras ya recolectadas puedan identificarse otras).
LAS AVES COMO
DINOSAURIOS |
En años recientes, la hipótesis del
origen común de las aves y ciertos dinosaurios carnívoros, como los Dromaeosauridae, ha
dominado a otras que postularon relaciones entre las aves y los demás vertebrados. Tal
concepción es, principalmente, el resultado de combinar una teoría cladista, o cladismo,
con descubrimientos relevantes de fósiles. El origen
común de las aves y los mencionados dinosaurios carnívoros esta sustentado por
abundantes rasgos morfológicos comunes a ambos. Desde el punto de vista del cladismo,
dichos rasgos, conocidos por sinapomorfias, permiten establecer el grupo Aves+
Dromaeosauridae. A su vez, hay dinosaurios carnívoros que comparten con las aves otras
sinapomorfías (presentes también en Dromaeosauridae), las cuales llevan a definir un
grupo mayor, los Theropoda. Del mismo modo, algunos rasgos presentes en aves se encuentran
en otros dinosaurios; esas sinapomorfías conducen a identificar la ancestralidad común
de un grupo aún mayor, los Dinosauria. Por lo tanto, así como los humanos son primates y
mamíferos, las aves son terópodos y dinosaurios.
En millones de años de evolución, la anatomía de las
aves modernas se ha modificado tanto con relación a la de los dinosaurios que se han
oscurecido las evidencias de los ancestros comunes. Sin embargo, cuando comparamos las
aves primitivas con los dinosaurios no aviarios, la relación de las primeras con los
últimos se hace evidente. En este sentido, el descubrimiento y estudio de aves
primitivas, como Archaeopteryx y Mononykus, ha hecho un gran aporte al esclarecimiento de
las relaciones genealógicas de las aves modernas.
Son muchos los caracteres únicos que las
aves primitivas comparten con los dinosaurios no aviarios. El hecho de clasificar a
Mononykus entre las aves no quiere decir que se lo esté considerando un ave moderna: de
hecho, existen numerosas diferencias entre aquella y estas. Postular a Mononykus como ave
es consecuencia de la posición genealógica inferida para esta forma y del hecho de que
el taxón Aves sea definido como el grupo que comprende el ancestro común de
Archaeopteryx y de las aves modernas, más todos sus descendientes. De esta definición se
desprende que Mononykus debe ser considerado un ave, independientemente de lo aberrante de
su aspecto y de sus diferencias con el de las aves modernas. |
Fernando Novas, del museo de Ciencias
Naturales Bernardino Rivadavia, ha informado recientemente acerca del interesante
descubrimiento, en los depósitos del cretácico superior de la provincia del Neuquén, de
una forma estrechamente relacionada con Mononykus. Es bastante más grande que su pariente
asiático, pero posee la misma peculiar anatomía del miembro anterior. El hallazgo
plantea un enigma paleobiogeográfico, ya que las faunas del cretácico superior de la
Patagonia y Mongolia son substancialmente diferentes. |